La fundación de Chauen contó con un ritual en la que participaron todos los miembros de la comunidad. Tras el reconocimiento de la lealtad a la familia de Al Rachid por parte de los Alamí y las tribus, de los jueces, los ulemas y la élite que se encontraba en Gharouzim, los notarios redactaron un documento y se lo hicieron llegar a Ali Ben Rachid como prueba legal. El documento contenía igualmente el vínculo con la soberanía real, que estaba entonces en manos de la dinastía Watasida de Fez.
A continuación, comenzaron las festividades en celebración de este día memorable. En aquellos años estas tierras se destinaban principalmente a la agricultura y pertenecían a una familia que residía en el douar (aldea) de Bani Jbara, a los que el fundador se las compró.
Lo primero que se construyó en Chauen fue la Kasbah en el año 1471 (867 de la Hégira), en el entorno de la plaza Outa Al Hammam, el lugar idóneo para su emplazamiento. Debido a la llegada de nuevos grupos de andalusíes procedentes de España que buscaban refugio en la ciudad, ésta fue creciendo conforme se creaban nuevos barrios. Los gobernantes siempre concedieron permiso a los emigrantes andalusíes, de manera que la extensión de la ciudad se multiplicó.
De esta forma, el primer barrio construido en torno a la Kashba fue el de Souika. En él podemos apreciar elementos constructivos que no veremos en otros barrios, como los arcos que soportan el peso de las casas en las calles más estrechas de la Medina. Sus callejones o adarves dan acceso a las primeras casas construidas en Chauen, de las que se conservan varias en estado casi original.
Tras la caída de Granada en 1492, los andalusíes llegados a centenares construyeron el barrio de Rif al Andalus. En él se dispusieron una serie de puntos para la captación de agua desde la acequia principal, para aquellos que no dispusieran de pozo en sus casas.
Se cuenta que cuando el grupo de andalusíes pidió permiso a Ali Ben Rachid para instalarse en Chauen éste se lo concedió con la condición de que construyeran sus casas por encima de la acequia que traía agua desde el nacimiento de Ras al Maa, de manera que no se apropiaran del agua que, por gravedad, siempre tiende a descender. Así se garantizaban los derechos de riego y abastecimiento de los pobladores más antiguos frente a los nuevos vecinos. Este es el origen del barrio de Rif al andalous.
Posteriormente, bajo el gobierno de Moulay Mohamed, hijo del Emir Ibrahim y nieto del fundador, se construyeron los barrios de Onsar y Sebbanine, en la parte oeste de la Medina, lo que obligó a abrir nuevas puertas de diverso tamaño en la muralla para darles acceso. En estos años se fomentaba la creación de un espacio central en la Medina, y por ello se edificaron en los alrededores de la Kasbah una medersa (escuela coránica) y un baño público (hamman) que da nombre a la plaza de Outa El Hamman.
La llegada de un nuevo grupo de moriscos dio lugar a la creación del barrio del Souk (zoco), con su nueva puerta. Su desarrollo se le atribuye, como dijimos, a Mohamed Ben Ali Ben Rachid, hijo del fundador, aunque otros investigadores señalan como promotor a Moulay El Hassan Raissouni, en 1609.
Durante los siglos XVII y buena parte del XVIII se produjo desarrollo urbanizador más lento, que se centró en la creación del barrio de Kharrazine, que unió los barrios de Souika y del Souk, al edificar el hueco que quedaba entre ellos con casas para los bereberes de las regiones vecinas.
En 1760 se agrupó a las familias de judíos de Chauen en el espacio que existía al sur de Kasbah, junto al barrio de Souika, ya que hasta la fecha habían habitado en un barrio a las afueras de la murallas, Id ben Abdellah, en el que no se podían proteger de los cada vez más abundantes ataques de tribus vecinas.
La densidad de construcción en los barrios no es la que conocemos hoy, sino que fue mucho menor durante siglos. Por ello, existían amplios espacios sin construir que se dedicaban a plazas, huertas y jardines, públicos o privados.
Existían en algunos lugares unas puertas secundarias que se abrían por la mañana y se cerraban por la noche, como la puerta del Qaus (el arco) del callejón sin salida de los Jerifes Alami, en el barrio de Souika. Este arco y este callejón sin salida se convirtieron, con los ulemas y los pioneros de la música andaluza, en una antigua escuela en la que se podía aprender lo que se había perdido de las piezas originales de música andalusí (nouba).
Las cifras de habitantes oscilan según la fuente: mientras que para los primeros decenios después de la fundación se llega a hablar de 10.000 personas, para la década de 1880-1890 se esgrimen cifras entre 4.000 y 7.000. Si parece ser cierta la cantidad de 7.000 habitantes a comienzos de la colonización española, cantidad esta que fue disminuyendo hasta poco más de 3.000 en los años de 1940.